para siempre su misericordia: He aqui que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos;Seran como nada y pereceran los que contienden contigo.(Isaias 41:11)

martes, 1 de enero de 2013

He aqui que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos;Seran como nada y pereceran los que contienden contigo.(Isaias 41:11)

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Mi testimonio

Recibi a Cristo hace 38 años en una pequeña iglesia Pentecostal cerca de mi casa. Esto es en el norte del perú un pueblito llamado Paiján que pertenece a la ciudad de Trujillo en donde pase la moayoria de ni niñez y juventud. Tenia 6 años cuando mi madredecidió llevar a mis hermanos y a mi a una campaña evangelistica, quizá no tendría la conciencia suficiente, como todo niño, pero lo que sí recuerdo es la invitación del pastor. Esa tarde yo salí con mi madre y nos postramos frente al altar. Desde aquella vez hasta el año 2001 . Diría que ese lapso de tiempo no tendría sentido contarlo, pero sin embargo para el Señor nada es insignificante. Ahora puedo comprender que Dios trabajo en cada situación, me guardó y me cuidó como a la niña de sus ojos. Fue en aquel año donde todo cambió, mi vida y la de mi familia. Hoy radico en la Ciudad de Lima exactamente hace 23 años que vine a la ciudad y capital del Perú. Cambié, a mi hija mayor de colegio, para ponerlo en uno de mejor calidad educativa, a uno de educación privada. Por mi casa había un colegio cristiano Bautista, siempre lo había visto, pero jamás lo había tomado en cuenta, así que Dios me guío, y fue entonces que conversando con la directiva del colegio me convencierón de poner a mi hija a estudiar en el colegio, donde aparte de mejor educación iba recibir valores cristianos y morales. No lo dudé, pensé que era bueno y lo hice. Días después lo puse en el mismo colegio a mi hijo el menor, (solo tengo dos hijos) y al regresar de su clases me compartían los tiempos de meditación que el profesor de turno les daba, para mi era muy dura la palabra, yo les refutaba, pero ellos tenían sus Biblias marcadas y con autoridad me enseñaban los pasajes bíblicos, yo en mi orgullo pecaminoso no quería aceptar mi condición, hasta que un día estaba yo sola en casa y recordaba la palabra que mis hijos me habían hablado, que por cierto trataba sobre la muerte sin Cristo, ellos me lo decían por que yo en mis arrebatos de de afliccion deseaba morirme aveces pienso que Dios me afligió tanto con el único proposito de entender el camino de Dios digo: me afligió por que habían veces que cuando me quedaba sola en casa lloraba amargamente aunque en realidad no sabia porque lo hacia y esos sentimientos se mezclaban con soledad yo en realidad tenia mi esposo y mis dos hijos. Y siempre eramos felices en terminos que toda pareja necesitaria vivir ;pero algo me faltaba sentía un vacio tan grande en mi vida en realidad aunque tenía lo que tenía no era feliz, por eso pienso que el Señor fue quien me afligio para que posteriormente me hiciera bien. y esto que me paso a mi quiero acompañarlo con la palabra que Dios dice:(Deuteronomio.8:2,3)Y te acordaras de todo el camino por donde te ha traido Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto , para afligirte , para probarte, para saber lo que habia en tu corazón , si habias de guardar o no sus mandamientos . Y te afligó y te hizo tener hambre , y te sustento con maná , comida que no conocias tú, ni tus padres la habian conocido , para hacerte saber que no sólo de pan vive el hombre , más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Un viernes de semana Santa fui al culto que estaba realizando la iglesia, por tantas invitaciones que los hermanos me hacían, así que decidí ir ese día, y motive a mi familia a que vayan también. Aquel día fuimos mi esposo, mi hija y mi hijo. El pastor fue bien claro en predicar el evangelio de salvación e invito a ser valientes y tomar la mejor de las decisiones, es decir recibir a Cristo, yo no lo dude y era como que Dios durantes esos meses me iba hablando directamente y yo le comprendí y me arrepentí, aquel día fui hacia el altar gozosa y arrepentida, desde aquel día mi vida cambio y mi gratitud se rindió hacia Él. En ese momento me acompaño mi hija en tan grandiosa decisión, dos mese mas tarde lo hizo mi hijo, y después de un año de intensa batalla espiritual, mi esposo se rindió ante el Señor. Ahora por la gracia de Dios todos estamos involucrados en el servicio de Dios. Gracias a Dios Todopoderoso que el dio vida a mi familia y vida en abundancia. Dios les bendiga y deseo que el Dios de toda gracias este con ustedes.